-
Arquitectos: Beatriz Arroyo, Lys Villalba
-
Fotografías:José Hevia
-
Proveedores: Huguet, In-Out, Nouvelle Cuisine, Persiana Barcelona
Urban Cabinets es una serie de proyectos de rehabilitación de vivienda que explora estrategias de diseño en torno a la idea de arquitectura-mueble. En cada uno de ellos, una familia de muebles-que-se-convierten-en-espacios configura domesticidades a medio camino entre estas dos escalas. El mobiliario crece, se torna XXL, se piensa arquitectónicamente. Pone en valor la materia hecha a mano y a medida, artesanalmente, en pequeñas empresas, y en cuya ejecución final in situ entrarán en diálogo diferentes oficios de obra de ambos ámbitos.
El primer proyecto de la serie aborda la reforma de una vivienda de los años 50 en el madrileño barrio de Salamanca. La vivienda original, que compartimentaba el espacio público de la casa en diferentes estancias —recibidor, salón, estudio, cocina, pasillo—, impedía la ventilación cruzada, el disfrute de la luz del sur en invierno y el acceso a la terraza. La reforma propone unificar este ámbito doméstico —limpiando y dejando su estructura vista; recuperando la terraza original — y articularlo a través de una serie de arquitecturas-mueble que equipan el espacio habitado por esta familia.
Comer, conversar, estudiar, jugar, pintar, cocinar, leer, trabajar… En Urban Cabinet Series (1) todo tiene lugar alrededor de una mesa. Y es el diseño de esta mesa—colocada en transversal al espacio, en un lugar indefinido entre programas—, el que reconfigura las domesticidades de la casa. Producido a mano en terrazo coloreado salpicado de pequeñas piezas-confetti, el sobre de la mesa de 3,5m de largo y 1,05m de anchura descansa sobre una estructura de tres parejas de cilindros metálicos anclados al suelo, liberando así todo el espacio alrededor.
De un lado de ésta, la cocina, cuyo frente más corto se transforma en la segunda pieza de esta familia de pequeñas arquitecturas-mueble: un armario reversible, encimera de un lado y gabanero de otro, perforado por un óculo desde el que asomarse a través al llegar a casa.
Hacia el otro lado, el salón-oficina, donde una segunda mesa organiza un espacio de estudio colectivo. Dos apoyos laterales producidos en lámina de acero plegado y un tablero de madera de largo máximo estandarizado (366 cm), se maclan entre sí, sin tornillos ni uniones, configurando un soporte de trabajo libre para toda la familia.